Cosas del Alma
Gabriela Mistral
(1889 Chile – 1957 New York)
Toda la naturaleza es un anhelo de servicio.
Sirve la nube, sirve el viento,
sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar
plántalo: donde haya un error que enmendar,
enmiéndalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan
acéptalo tú.
Sé el que apartó la piedra del camino,
el odio entre los corazones
y las dificultades del problema
Hay alegría de servir.
¿Qué triste sería el mundo si no hubiera
un rosal que plantar,
una empresa que emprender…?
Pero no caigas en el error de que sólo
se hace mérito con los grandes trabajos;
Hay pequeños servicios que son
buenos servicios:
Adornar una mesa, ordenar unos libros,
peinar a una niña;
aquel es el que critica; éste es el que
destruye. Tú sé el que sirve.
El servir no es tarea sólo de seres inferiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirve
pudiera llamarse así: EL QUE SIRVE
Y tiene sus ojos fijos en nuestras
manos y nos pregunta cada día:
¿Serviste hoy?
¿A quién? ¿Al árbol, al amigo,
a tu madre?